top of page
Historia

NUESTRA HISTORIA

En 1990, un grupo de amigos y compañeros del sector asegurador, decidimos reunirnos una vez al mes para disfrutar de una buena mesa y mejor compañía, e intentar liberar un poco de tensión de nuestras ocupaciones diarias.  En éstas comidas, planteabamos nuestras dudas profesionales, nuestras inquietudes, nuestras alegrías y por qué no decirlo, alguna que otra frustración por la actuación de tal o cual cliente o de nuestras propias entidades aseguradoras.

​

El ambiente que se creó en estas reuniones gastronómico-laborales fue inmejorable desde el primer momento y cuando quisimos darnos cuenta, habíamos creado una sociedad gastronómica a la que se nos ocurrió llamar Segurpapeo, un “palabro” que une los términos “seguros” y “papeo” que como todo el mundo sabe, se trata de sentarse a una mesa a comer.

​

Parece mentira, pero Segurpapeo posee ya una larga tradición. Los orígenes de nuestra Sociedad se remontan al siglo pasado.  Ahí es nada.

Durante estos más de treinta años, es fácil de entender que hayamos tenido bajas de miembros que nos han dejado y otros que acudieron a sentarse  como invitados a nuestra mesa y hoy comparten con nosotros nuestras reuniones.

​

Hace unos años, pensamos que podríamos usar nuestra capacidad de convocatoria para llevar a cabo acciones de índole social y benéfico y de este modo ayudar a las personas menos favorecidas.  De ahí surge la idea de realizar las Cenas Benéficas de las que tenéis información en esta web dentro del apartado “Social”

​

Bienvenidos a nuestra mesa.

SEGURPAPEO

SOCIEDAD GASTRONÓMICA

BAJAR

Miembros

MIEMBROS

ANTONIO CAMPAÑA

JUAN A. RODRIGUEZ

MANUEL CRUCES

WILMER MARTÍN 

JOSE LUIS DUARTE

JUANJO MORALES

JORGE GIARDIN

CRISTÓBAL SÁNCHEZ

JOSÉ LORITE

PACO GARCÍA

Gastronómica
Social

SOCIAL

GASTRONÓMICA

CENAS BENÉFICAS

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

VERBENAS SOLIDARIAS

2013

2014

+

OTROS

Durante estos años nos hemos reunido en incontables ocasiones.  Es probable que no existan fotos de todas ellas porque se hayan perdido con el tiempo o simplemente porque por olvido, no se hicieron.  En cualquier caso, podemos estar contentos de conservar este manojo de recuerdos.

bottom of page